Por su parte, el uso de esta terapia en ortopedia comenzó en 1994 cuando un grupo de cirujanos emplearon un adhesivo de fibrina autógena al hueso esponjoso durante la reconstrucción mandibular. Para ello recurrieron a la separación de una muestra de sangre en sus componentes y emplearon la fracción plasmática como crioprecipitado. Observaron una consolidación ósea precoz. A principios de la década del 2000, utilizaron el PRP en injertos de hueso, para incrementar la fusión espinal, y la consolidación de las fracturas.
HISTORIA
El uso del plasma rico en plaquetas se popularizó dentro del campo de las cirugías plásticas y maxilofaciales en la década de 1990. La cirugía de implantes dentales con regeneración ósea guiada, es una de las situaciones en las que, el plasma rico en plaquetas, claramente acelera la osificación después de la extracción de una pieza dental y/o alrededor de los implantes de titanio utilizados.